AFP


Las autoridades electorales hondureñas convocaron ayer a la oposición a cotejar las actas cuestionadas de la elección que dan como ganador al presidente Juan Orlando Hernández, luego de más de una semana de intensas protestas.

“Queremos que no quede ninguna duda de qué se revisa y cómo se revisa, vamos a trabajar, va haber observación nacional e internacional y de los medios de comunicación”, explicó a periodistas David Matamoros Batson, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El candidato de la oposición, el popular presentador de televisión Salvador Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, comandada por el derrocado mandatario Manuel Zelaya, alega que hubo “fraude” en las presidenciales del 26 de noviembre y reclamó revisar 5.173 actas, cerca de 30% del total.

Con 99,98% de las actas escrutadas, Hernández, de 49 años, aparece al frente con 42,98% de los votos mientras que Nasralla, de 64, obtenía 41,39%.

La Constitución de Honduras prohíbe la reelección presidencial, pero Hernández, del derechista Partido Nacional, pudo postularse a un segundo mandato gracias a un polémico fallo de la Corte Suprema.

Por su parte, los organismos internacionales que observaron las elecciones respaldaron el llamado a verificar esas actas cuestionadas. “El único camino posible” para superar la crisis es que se acoja el reclamo, sentenció el expresidente boliviano Jorge Quiroga, jefe de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), tras enumerar una larga lista de deficiencias en el proceso electoral.

La proclamación del próximo presidente puede llevar unos 22 días mientras se resuelven posibles impugnaciones, según Matamoros.

Zelaya denunció a la AFP que las actas alteradas habrían sido ingresadas al sistema de cómputo después de una serie de interrupciones del sistema el pasado miércoles, una de las cuales se extendió por cinco horas.

Los temores de fraude vienen desde la elección pasada, en 2013, cuando Hernández venció a Xiomara Castro, esposa de Zelaya, derrocado en 2009.

En ese contexto, los expertos creen que el único camino para la salida a este nuevo estallido de crisis política en Honduras, es que se revisen las actas.